Se cuenta con 15 hoteles y casi 60 posadas nativas. Los son pequeños y conservan una arquitectura tipo cabañas. La mayoría tienen vista al mar condición que brinda tranquilidad y comunión con la naturaleza. Los servicios que brindan al turista son completos, algunos de ellos cuentan con su propio restaurante, pero todos aseguran el desayuno del viajero.
Existen también las posadas nativas que no son otra cosa que la extensión de la casa del nativo al servicio del viajero. Hospedarse en una de estas facilidades significa compartir la vida con la comunidad raizal. Las hay de todos los precios y en todos los sectores de la isla. Esta modalidad se ha vuelto muy popular y ha contribuido a mejorar la calidad de vida de los isleños.
Cuando se llega al Aeropuerto El Embrujo o al Muelle de Santa Isabel los taxis de las islas cumplen sus turnos. Son cómodas camionetas conducidas por locales que conocen muy bien las instalaciones hoteleras y las posadas nativas.
Al interior de la isla las posibilidades de transporte son: carros taxis, mototaxistas o también el viajero tiene la posibilidad de alquilar una moto o un carro mula. En cualquier caso la recomendación es tener cuidado, si bien hay una sola circunvalar, por ella también transitan personas y animales.